El Estadio Matute quedó a oscuras luego de que Alianza Lima perdió el título nacional a manos de Universitario. Foto: Grupo El Comercio
El Estadio Matute quedó a oscuras luego de que Alianza Lima perdió el título nacional a manos de Universitario. Foto: Grupo El Comercio

Las rivalidades deportivas son eso, deportivas. Y quienes mejor deben entenderlo, son aquellos que manejan las riendas de clubes tan grandes como Alianza Lima y Universitario. Que quienes tomen decisiones sean hinchas pasionales no los exonera de la obligación y el respeto a la historia de sus colores. O mejor dicho, de hacer lo correcto. Este miércoles, sin embargo, ninguna de las dos instituciones trabajó para atenuar al máximo el riesgo de violencia en medio de un partido tan decisivo como un clásico en la definición del título nacional. A ninguno pareció importarle. O lo que es peor, se comportaron como hinchas irresponsables.